¡Crujitos! ¿Quién no se acuerda de ellos?
Hace poco recibí una bolsa de Crujitos de una agencia de marketing, al principio la bolsa metalizada y el nombre no me trajo ningún indició. Pero al ver la forma de tornillo que tienen y probarlos de inmediato recordé el sabor de la hora del recreo cuando iba a la primaria.
Claro el empaque se modernizo pero el sabor es el mismo que yo recuerdo.
Desde entonces no había comido uno, tal vez porque no voy seguido a la tiendita, o porque no acostumbro comer frituras. Pero el hecho es que siguen teniendo el mismo sabor que la última vez que los probé a la hora del recreo en la primaria.
Y les agradezco que me hayan dado la oportunidad de probarlos de nuevo. Ya que es raro que vuelvas a probar una botana de la infancia que sigue teniendo el mismo sabor que cuando tenías 8 años.
Lo cierto es que el sabor es el mismo y todavía me recuerda a la hora del recreo cuando tenía un momento de felicidad antes de que iniciaran de nuevo las clases y finalmente ir a casa. Esperemos que siguán manteniendo su calidad para que más niños los recuerde cuando sean adultos.
Ahora bien, no estoy sugiriendo que los niños coman frituras todos los días solo de vez en cuando, no creo que pase nada si comen una bolsa de frituras cada 15 días o cada mes.
¡Crujitos! ¿Quién no se acuerda de ellos?
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